*Vista fija en la pantalla. No recuerdo lo último que escuché ni cuanto hace que dejé de parpadear. Encerrada en mis pensamientos, me sumerjo en la ensoñación. Ya no estoy más aqui...*
Cansada, se me cierran los ojos pero no quiero dejar de tipear; poseída por un torrente continuo de sensaciónes, las cuales preciso dejar asentadas en este texto. ¿Por donde he de empezar?
- ¿Ya te dije qué te odio? ¿Y tambien qué te deseo lo peor? Espero que mueras dolorosamente y ninguno de tus anhelos se cumplan.
- No sé si es terquedad, pero la amo... Tu poder de decisión, mejor dicho, la seguridad con que manejas tus acciones. Ojalá tuviera una décima parte de ella.
- Perdón por no haber estado cuando me necesitaban, Hermanas. Siempre me jacté de estar a su dispoción 24/7. Esta vez les fallé, me fue fisicamente imposible...
- No sé qué buscás, pero si es lo que yo creo, dudo poder manejarlo. No quiero revivir la misma situación, cayendo en la acción que tanto odio. Admito que está bueno vivir el momento, pero no jugar con los sentimientos de las personas. Yo sé que no es algo controlable y si aclarás, terminás lavandote las manos cómo tremendo hdp. El "Yo te avisé" apesta.
"Luz mortecina, amante del Silencio;iluminame para no sentirme sola en la Oscuridad.
No me abandones ahora,
dame la Fuerza necesaria para luchar por los motivos correctos.
Camino por paisajes desolados y desérticos,
dame la Claridad necesaria para no perderme.
Quiero encontrar el Sentido..."
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