jueves, 9 de diciembre de 2010

From Hell they came

Cómo les conté en otros posteos, no creo demasiado en poderes espirituales, dioses y demás manifestaciones fumadas. Sobretodo porque, generalmente, tienen explicaciones bastante lógicas.

Sin embargo, terminé mirandola a los ojos e imaginando a esa persona retorciendose de dolor, sin entender qué le ocurría ni por qué nada de lo que realizaba se concretaba. Cómo se iba quedando aún más solo de lo que ya está.
Escribí por segunda vez, el nombre de alguien en un papel y a pesar de que no haya ninguna seguridad de q lo sea... mi mayor deseo es vengarme cruelmente.

Y lo más extraño, esa misma noche, tuve noticias.
Pero jamás tendrá respuesta.
Es verdad, te odio. 
Y no, no es lo que yo haya entendido mal,
simplemente repito lo que dijiste ese día y copio tus palabras.
Ni siquiera las he de analizar para comprender.
Son bastante claras.
No quiero tus excusas.
Si, te odio.
Y permito que los poderes oscuros se encarguen.
Al menos, sé que ya no te necesito.

O sea, hay una parte de mí que grita: "No debés creer en estas cosas, estás preparada para no hacerlo!" Y... por otro lado, estoy convencida de que sí el Infierno existiera, yo tengo mi propia piscina de lava ya reservada, con el respectivo demonio encuerada y con el rayador de queso en mano para tocar cumbia el resto de la Eternidad. Y eso que no soy la peor persona del mundo... sólamente tengo la mala costumbre de odiar demasiado.

LOS ODIO A TODOS! 

No hay comentarios:

Publicar un comentario