lunes, 4 de octubre de 2010

Perdón

A la madrugada, me fuí a dormir con un caos de recuerdos en mi mente. Y me arrepentí de muchas cosas, si bien no tengo memoria de algunas causas. Esto fue lo qué soñé (Madame, tenés más material de estudio ahora!):

Era mi cumpleaños y de mis amigas, sólo aparece Julie (si lees esto, te extraño muchisimo loca!). Nos sentamos a la mesa del comedor y mi mamá al traer la torta, la tira al suelo. Busco a mi amiga y la encuentro en mi cuarto (que ahora es el cuarto de huespedes), ella me dice burlandose: "así qué no iba a conocer la música?" *Suena S.O.A.D* Estuvimos hablando de cómo llegar a la Facu y nos dirigimos a tomar una combi hasta la UADE (no sé why esa facu).
Julie desaparece y la reemplaza Miss Smith. Nos encontramos en un pueblo antiguo. Voy cantando a los gritos la parte final de "Chop Suey". La gente empieza a salir de las casas, me miran raro y hacen la señal de la cruz pero al reves, según la costumbre ortodoxa. Giramos en una esquina, vemos pasar una procesión de niños, todos vestidos de rojo y Miss susurra: "Mi vieja me dijo qué hay qué caminar en sentido contrario a los 12 apóstoles". Y corremos hasta la ruta, qué bordeaba un río. Nos dimos cuenta que el celu no tiene señal y se me caen los cigs. En ese momento, otros niños nos cortan el paso, les grito, alzando las manos: "Ok chicos, tranqui, ya nos vamos". Pero me tiran un líquido verde tipo ácido. No me hace nada, pero uno de los nenes (tenía anteojos, era el inteligente(?)) me dice: "ves! si eres la Hija de la Oscuridad!" Yo extiendo mi mano y la veo más pálida que antes. En mi reflejo en el agua, mis ojos son blancos. Y sonrío.

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(Manúscrito)
 
Estuve mucho tiempo sentada frente al escritorio. Viendo a mis compañeros ir y venir, hablando entre sí, riendo... La monotonía era escasamente interrumpida. Inmóvil, con la mirada perdida y la mente en blanco. El café ya frío delante del teclado.

Silencio y soledad, novedades indeseadas. Palabras qué no deberían lastimar más. El dolor de escribir sabiendo qué ya no importa. La sensación de haberse equivocado y no poder hacer nada para solucionarlo.

Pido dísculpas públicas desde la punta de mi lapicera, Dei. Hice mal, pero no te mentí. Actué en ese momento por las razones incorrectas, qué en realidad eran motivos y deseos pasados. No puedo evitar pensar, qué tan diferente sería si no se hubiera saboteado todo al principio. ¿Evitado el dolor del Fantasma o reemplazado por uno entre nosotros? Sinceramente, extraño tus palabras y quedarme hasta cualquier hora hablando de todo.

No te equivoques. No tengo yo toda la culpa. No sos ningún santo. Me advertíste, verdad? No te conocía, pero no creí que pudieras hacer algo así.

Una vez escritas estas líneas, siento que el pasado está despendiendosé de mí cada vez más rápido.
Sayonará, Dolor. Estaré disfrutando de la Luz.

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